Conócete y cuida de ti hasta que consigas ser tu propio refugio

Ser una persona sana empieza por conocerse

Después de cada sesión, envío por escrito un resumen de los puntos más importantes que abordamos y propuestas prácticas.

Incluyo materiales de apoyo, personalizados.

La entrevista a Elizabeth Clapés (psicóloga) y uno de sus libros, es un ejemplo.



Contenido del vídeo:

1 - Cómo manejar la ansiedad ante situaciones que nos desbordan

2 - ¿Qué nos pueden enseñar la culpa y los errores?
3 - Los elementos traumáticos no siempre nos ayudan a evolucionar.
4 - Todos sentimos emociones desagradables.
5 - Cómo ayudar desde la familia a los adolescentes para que gestionen mejor las emociones.
6 - Las emociones son reacciones de cómo nos adaptamos a lo externo.
7 - Redes sociales: qué podemos hacer los padres.
8 - ¿Por qué nos cuesta tanto estar solos y disfrutar de nuestra propia compañía?
9 - Cómo crear vínculos saludables y elegir a las personas de manera consciente.
10 - ¿Qué sucede si la otra persona conoce tu límite y se lo salta?
11 - Ser una persona sana para los demás.


Me gustaría destacar las siguientes cuestiones que la autora recoge en su libro: Querida yo: tenemos que hablar. Conócete y sé feliz contigo. Elizabeth Clapés. Editorial Montera, 2022. 142 páginas.

Si miramos atrás

¿Qué hacemos con los errores que cometemos?

No hace falta que agradezcamos lo malo que nos pasó si no queremos hacerlo. No tenemos por qué haber aprendido nada de aquello.

Explicarte tu pasado de la forma más honesta y respetuosa posible para entenderlo, integrarlo y para que, cada vez que mires atrás, eso sea lo que veas: tu explicación.

El diálogo interno que tienes cuando lo recuerdas marcará como los revives.

Explícatelo con respeto, coherencia y cariño, pero, sobre todo, de la forma más realista posible. A ti tienes que decirte la verdad.

¿Perdonar a quien te hizo daño para vivir en paz?

Cuando alguien nos hace mucho daño, estamos en todo el nuestro derecho de decidir no perdonar a esa persona.

Llega el momento de parar y el momento de aceptar que lo que nos hicieron no tiene una explicación racional (al menos en nuestra cabeza), por mucho que la busquemos. Aceptar que nos hicieron daño y punto.

Soltemos eso. Soltemos la necesidad de encajar todas las piezas para que tengan sentido en nuestra cabeza, no va a solucionar nada, no va a mejorar la situación. Aquello pasó, sea como fuere, ya pasó.

No se trata de perdonar al otro si no queremos, no tiene nada que ver con la otra persona, de hecho, se trata más bien de sacarla de la ecuación, de soltar. Se trata de aceptar lo que nos hizo y soltarlo para poder vivir más centrados en el presente.

Aquello forma parte de tu pasado, sí, pero no tiene por qué convivir con tu presente.

Tus pensamientos inconscientes

Nuestra vocecilla interior: puedes corregirla e ignorarla.

No eres tus pensamientos inconscientes, eres la voz que los corrige.

No elegimos lo que dice nuestra vocecilla, pero sí como respondemos a ella.

Hablar con nosotros mismos para ver que nos sucede, comprendernos y tratar de autoeducarnos. Es importante que nos digamos las cosas como se las diríamos a nuestra mejor amiga o a alguien a quien apreciamos mucho: con cariño, delicadeza, empatía, paciencia, asertividad.

Llévate bien con tus emociones

Haz una pausa

  • ¿Qué me pasa?

  • ¿Qué siento?

Aprender a autorregularte, a calmarte a ti misma.

Cuando te sientas más calmada podrás analizar la situación y tomar la decisión más sana posible.

Cómo debe ser alguien para que tú quieras que forme parte de tu vida, a quiénes vas a permitir entrar.

Nadie tiene que ser para toda la vida si tú no quieres.

Una ruptura (con quien sea) no es un fracaso.

Saber poner límites y decidir qué no me gusta, qué no tolero en los demás

Preguntas para identificar los límites:

  • ¿Qué me hace daño y permito?

  • ¿Qué no debería tolerar?

  • ¿Con qué odio hacer la vista gorda?

No basta con tener límites y explicárselos a nuestro entorno, sino que además debemos tomar la responsabilidad de cumplir con las consecuencias que acarrea que alguien cruce nuestros límites. Si no vamos a poder ejecutar la consecuencia, mejor no pongamos límites, porque en ese caso, en lugar de límites, parecerán amenazas, y es importante que sepamos que los límites no son amenazas, son simplemente pautas para mostrar a los demás cómo tratarnos para que nos sintamos cómodos, es por el beneficio de ambas partes.

Poner límites es difícil, pero más complicado es vivir tolerando todo lo que nos hace daño.

Que tu monstruito interior no mate a nadie

Todos podemos hacer daño, todos sabemos.

A las personas a las que quieres debes protegerlas de esa parte de ti que puede hacerles daño.

Pedir perdón y volver a cometer el error es manipular, no disculparse.

Lo que quiero en la vida

Siendo realistas y respetuosos con las circunstancias que vivimos: ¿quién queremos ser? ¿Qué clase de persona queremos ser?

Querer no es poder

Lo que estoy haciendo hoy, ¿me acerca a lo que quiero conseguir?



Luz González Prieto - Psicóloga (G- 2402)

Atención psicológica en Vigo y online.

https://bio.site/luzgprieto



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