La crisis de la mediana edad

 


Imágenes: Hengki Koentjoro 

Dos reglas esenciales de prevención

  • No debes ser demasiado egocéntrico. La búsqueda obsesiva de la felicidad interfiere con su propia consecución.

  • Deberías hacer sitio en tu vida para el valor existencial, además del meliorativo (que mejora), para actividades que no respondan a necesidades sin las cuales estaríamos mejor, pero que hacen la vida positivamente buena. Esto abarca de lo trivial - jugar con amigos- a las profundidades del arte y la ciencia.

Perderse cosas

Incluso si todo va razonablemente bien, la mediana edad implica perderse cosas. Reconoces los caminos que ya nunca recorrerás, las vidas que nunca tendrás, y miras atrás, a la libertad de la juventud, con nostalgia.

Algunos consejos:

  • Si bien el sentimiento de pérdida que rodea la mediana edad es real, pregúntate cuál sería la alternativa. No exageres su valor: las alternativas son importantes, pero no lo suficiente, para compensar unos resultados que, en sí mismos, no preferirías. No te dejes engañar por el atractivo de la elección.

  • Aunque tiene sentido envidiar a tu yo más joven, que aún está libre del dolor de la pérdida de sus alternativas, no olvides el coste. No saber lo que no harás supone no saber qué harás, una vertiginosa pérdida de identidad.

Reconciliarse con los fracasos

  • Maneras de reconciliarte contigo mismo, sin engaños, con los fracasos del pasado.

  • Existe vida nueva. Si aquellos a quienes amas no existieran a no ser por tus errores, entonces tienes razones para estar contento de haber cometido esos errores.

  • Aversión al riesgo. Cuando imaginas empezar de nuevo, ten en mente los múltiples caminos posibles, la inmensa incertidumbre, en contraposición con la historia que conoces.

  • ¿Vale la pena el riesgo contrafactual?

Ante el futuro

Si la mediana edad es un momento para evaluar el pasado, también es el momento para hacer frente a los límites del futuro

  • Cómo abordar la finitud de la vida humana con herramientas filosóficas.

  • Existe una actitud de neutralidad temporal: dar el mismo peso a las ganancias del pasado y del futuro. Si adoptas este punto de vista, las privaciones de estar muerto no son peores que las de quienes aún no han sido concebidos.

  • Desear los beneficios de la inmortalidad es creer algo que está más allá de la condición humana. Es como desear la capacidad de volar: un poder que tiene sentido envidiar, pero cuya ausencia no deberías lamentar.

  • Lo que queda es la relación contigo mismo: un reconocimiento del valor y el deseo de que sea preservado. ¿Puedes separar el vínculo de la preocupación, lamentar tu propia mortalidad de antemano, abandonar la necesidad de vivir para siempre, mientras conservas el deseo de una vida mejor?

Presente

  • El reto de la mediana edad no es lidiar con el pasado o el futuro, sino con el vacío del presente. La sensación de que la satisfacción se aplaza o se queda atrás, de que esforzarse innecesariamente es autodestructivo. Este malestar es un fallo estructural en la persecución de proyectos. Los proyectos son télicos: su objetivo es llegar a estados terminales. Implicarse en ellos de manera exitosa supone concluirlos, eliminando así significado de tu vida.

  • La solución sería hacer una mayor inversión en actividades atélicas, aquellas que no tienen final o agotamiento: actividades como dar un paseo, pasar tiempo con los amigos, apreciar el arte o la naturaleza, cuidar de los hijos o trabajar duro.

  • Puede que no haya cambios en lo que haces de un día para otro. Pero es suficiente ajustar tu actitud, lo que amas: no solo valorar los proyectos, sino el proceso de criar a los niños, mantener las amistades, hacer tu trabajo. Desde fuera, las cosas pueden parecer iguales, pero son profundamente distintas. Si valoras el proceso, consigues lo que quieres ahora mismo y tu implicación no agota su valor.

  • Una cosa que aprendemos de la práctica de la meditación es cómo prestar atención al presente: apreciar el valor de lo atélico entre la rutilante atracción de los objetivos alcanzables. Es el mindfulness en acción.



Del libro: En la mitad de la vida de Kieran Setiya. 

Nº de páginas: 216. Editorial: Libros del Asteroide, Barcelona 2019. Traducción: Ramón González Férriz



Luz González Prieto - Psicóloga (G- 2402)

Atención psicológica en Vigo y online.

Bienestar emocional, resolución de conflictos, serenidad, crecimiento personal

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Emociones: su función y regulación

 

Los seres humanos nos movemos siempre en el ámbito de las relaciones. Nada puede traumatizarnos más que otro ser humano. Las consecuencias de catástrofes naturales o accidentes pueden ser graves, pero los traumas de tipo interpersonal son más dañinos y producen trastornos más profundos en la identidad y las creencias del individuo.

Es la contradicción entre una realidad que nos hace daño y nuestra tendencia a recurrir a los demás lo que nos resulta más complejo de asimilar.

El elemento central del trauma es la traición por parte de aquellos en los que hemos puesto nuestra confianza.

Cuando esperamos ayuda de una figura que ocupa un lugar simbólico, sobre todo cuando estamos en una posición vulnerable, un gesto hostil o la falta de atención puede hacer que algo en nuestro interior se rompa.

No es sólo un recuerdo, que no se puede asimilar, es la ruptura de nuestras creencias sobre nosotros mismos, los demás y el mundo que nos rodea.

Traumas ocultos: pequeñas experiencias cotidianas, que podríamos considerar de poca importancia, cosas que pasan. Tienen que ver con la falta de reconocimiento, con una respuesta inadecuada a las emociones del otro, la manipulación, o la ausencia de apoyo en la sensible etapa de la infancia. Muchas de estas situaciones se asocian al concepto de apego, que es la búsqueda de protección en los cuidadores de los que dependemos cuando somos pequeños, y que trasladamos en la edad adulta a las personas con las que establecemos lazos afectivos.

Antes de que vayamos conectando con nuestra historia, tenemos que contar con información que nos ayude a entenderla.

Cómo funciona nuestra mente, las emociones y las relaciones.

¿Que dispara mi malestar? ¿cómo empieza? ¿qué circunstancias lo alimentan y lo mantienen? ¿qué sensación acabo teniendo?

Las emociones son nuestros sensores, pero para que funcionen como tales hemos de pararnos a escucharlos.

Lo que no se entiende, no se puede cambiar.

Hemos de aprender a identificar los distintos ingredientes que componen el malestar, los matices de nuestras sensaciones.

Mirar nuestras sensaciones internas sin sumergirnos por completo en ellas, verlas con una cierta distancia, con perspectiva. Parar a notar, a observar de cerca nuestras emociones, sin escapar y sin juzgarnos por sentirnos así.

Cuando identificamos los disparadores y las secuencias de estados emocionales que van dando lugar al malestar, podremos introducir cambios.

Tomar conciencia de nuestra reacción ante el malestar inicial que sentimos y las sensaciones que vienen después, muchas veces nos acaban llevando a empeorar la primera sensación.

No tomar nuestras creencias como verdades absolutas y aprender a hacer cambios en las preguntas que nos hacemos a nosotros mismos.

Un elemento esencial para poder tomar decisiones es entender el problema, aumentar nuestra conciencia de lo que sucede fuera y dentro, y analizar las opciones disponibles.

Si conseguimos entender, podremos empezar a cambiar. Sólo podemos cambiar aquello de lo que somos conscientes.

Además de entender, hemos de implicarnos activamente en cambiar lo que nos sucede. Las situaciones negativas graves y mantenidas generan patrones rígidos de funcionamiento que es importante interrumpir y modificar. Han de romperse de modo intencionado y activo las inercias que nos tienen estancados en lugares en los que no nos gusta estar.

En el podcast se abordan los siguientes puntos:

  • Emociones: miedo, rabia, cariño, tristeza, alegría, culpa, vergüenza y preocupaciones.
  • Su función sana y su regulación.
  • Las emociones fluyen, se mezclan, no compiten, ni se pelean.



Del libro:  No soy yo, de Anabel González. Orientado a pacientes y familiares de personas que han sufrido situaciones adversas encajables en lo que se denomina trauma complejo. Anabel Gonzalez es psiquiatra y psicoterapeuta. Es doctora en Medicina y especialista en Criminología.



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Madres: apegos y admiración

Dos libros sobre la complejidad de las relaciones madre-hija.

Dos textos inspiradores y necesarios.

Apegos feroces

Vivian Gornick

De este libro guardo muy buenas impresiones. Fue un regalo de una persona con quien comparto preferencias y entusiasmos. He marcado numerosos párrafos, para releer, reflexionar y traerlos a mi propia vida, a mi trabajo. He escrito (para mi) sobre varios temas que aborda. Te invito a adentrarte desde estos textos seleccionados y hacer tu propia experiencia (de vida, de lectura, de amor, de relación con tu madre, con tu pareja, con tus hijos, contigo misma; de conexión con quienes te rodean: a quien admiras, a quien escuchas, de quien aprendes).

Eso es lo que conlleva, supongo, ser unos pocos entre otros muchos: quedas silenciado.

La vida parecía más plena, más intensa y más interesante cuando mi madre otorgaba sentido a la actividad humana que transcurría en el callejón. Durante aquellos instantes, sentía una conexión viva entre nosotras y el mundo que existía tras la ventana.

...ahora los hijos no quieren a sus padres como cuando yo era joven. (Su madre)

...hoy en día el amor hay que ganárselo. Incluso entre madres e hijos.

¿Qué ve, me pregunto, cuando me mira?

La ropa exhibida me hace sentir que ambas llevamos toda la vida confusas acerca de quiénes somos y cómo llegar a serlo. (Ante el escaparate de una tienda de ropa).

Y seguirá dándole vueltas una y otra vez, como hace cuando cree que no entiende algo, tiene miedo y busca refugio en el desprecio y la crítica despiadada.

Guardar luto por papá se convirtió en su ocupación, en su identidad, en su imagen ante el mundo.

Tú querías quedarte atrapada en la idea del amor de papá. ¡Qué locura! Te has pasado treinta años atrapada en la idea del amor. Podrías haber tenido una vida.

Os estáis haciendo viejos los dos. Tú y tus temores..

Una de las dos va a morir a causa de este apego.

Era un hecho que cuanto más inseguras no sentíamos, más superiores moralmente nos creíamos.

Me he dado cuenta de que, cuando una mujer no puede mandar a un hombre al carajo, con frecuencia acaba loca.

Cuando vuelvo a recordarlo, lo veo claro: habitación por habitación, le hicimos hueco a la distancia, medimos la deriva y pusimos en práctica la pérdida.

La situación entre nosotras es volátil. El cambio constante es nuestra realidad cotidiana. La inestabilidad es un asombro impregnado de misterio y promesa. Ya no andamos a la gresca. Hemos alcanzado un grado de distancia permanente. Atisbo los placeres del alejamiento. Este pedacito de espacio me proporciona la intermitente pero útil emoción resultante de creer que comienzo y termino en mí misma.

Le tengo envidia porque vivió su vida. Yo no viví la mía.

Sinopsis: Gornick, una mujer madura, camina con su madre, ya anciana, por las calles de Manhattan, y en el transcurso de esos paseos llenos de reproches, de recuerdos y complicidades, va desgranando el relato de la lucha de una hija por encontrar su propio lugar en el mundo. Desde muy temprano, Gornick se ve influenciada por dos modelos femeninos muy distintos: uno, el de su madre; el otro, el de Nettie. Ambas, figuras protagónicas en el mundo plagado de mujeres que es su entorno, representan modelos que la joven Gornick ansía y detesta encarnar, y que determinarán su relación con los hombres, el trabajo y otras mujeres durante el resto de su vida.

Nº de páginas: 193. Editorial Sexto Piso, 2017. Traducción: Daniel Ramos Sánchez

Vivian Gornick nació en 1935 en Nueva York. En 1969 comenzó a escribir en el Village Voice –donde empezó a darle voz al movimiento feminista hasta convertirse en una de las figuras más reconocibles de Estados Unidos en este campo– y, posteriormente, en medios como The New York Times o The Nation. En Sexto Piso hemos publicado sus libros Apegos feroces (Premio del Gremio de las Librerías de Madrid en 2017), La mujer singular y la ciudad, Mirarse de frente, Cuentas pendientes (Premio Las Librerías Recomiendan 2021) y El fin de la novela de amor.


Ella pisó la luna

Belén Gopegui

¿Conocemos a nuestras madres? ¿Sabemos qué vida querían tener, qué aspiraciones?

Una conferencia para dar voz y visibilidad a tantas mujeres que no tuvieron elección, que no recibieron reconocimiento. Una llamada a acercarnos más a las madres. Brillante prosa, y conmovedor relato.

Fragmentos seleccionados

... la distancia aparente no es más que un espejismo con la intención de enfocar mejor lo que miramos.

¿Qué hay de lo que no fue, de lo que millones de mujeres no fueron? ¿Qué hay de lo que no pudo estudiar?, ¿del entorno que no tenía nada que ofrecer a una niña como Miriam?, ¿de la vida que hubiera podido vivir una Margarita que nunca existió si la salud de las mujeres no hubiese sido un asunto menor para la medicina y si el modelo de género y, por tanto, de cuidados, hubiera sido otro?

...así la historia está llena de miles de otros nombres de mujeres que no llegan a gozar ni de una línea en una página de un libro y que nos han hecho, han hecho a la humanidad, mejores de lo que somos.

Pregunten, sí, pregunten a sus madres, mientras puedan. Y si ya no están o si han perdido la memoria, pregunten a las personas que las conocieron y que un día también dejarán de estar. Pregunten, porque cada historia tiene su valor irreemplazable.

Se trata de que las palabras nos ayuden a ver lo que hay en lo que hay, cuando eso sigue siendo, todavía, menos visible.

Sinopsis: El libro más personal de Belen Gopegui: un texto poderoso, leído en su día como conferencia, que reivindica a todas las mujeres cuyos logros no han visto la luz.

En este elocuente y concentrado texto, Belen Gopegui recurre a su historia familiar, a la figura de su madre, para poner de relieve el valor de tantos destinos de mujer que, precisamente por serlo, han quedado relegados o truncados. La historia de Margarita Durán convoca muchas otras y es un documento conmovedor y necesario para la tarea, aún pendiente, de repensar el mundo desde una perspectiva ampliada y contribuir de este modo a transformarlo.

Hay cientos de miles de vidas de mujeres que no sólo merecen ser contadas, sino por las que hemos de luchar para que se cuenten, porque ganarle la pelea a las estructuras depende también de las historias que tengamos. A ver, no es que sería bonito o interesante que se contaran, es que las necesitamos para entender lo que nos está pasanando.

Nº de páginas: 96. Editorial Random House, 2019. Así empieza.

Belén Gopegui nació en Madrid en 1963. En 1993, la editorial Anagrama publicó su primera novela, La escala de los mapas. Siguieron, entre otros títulos, Tocarnos la cara (1995), La conquista del aire (1998), Lo real (2001), El lado frío de la almohada (2004), El padre de Blancanieves (2007) y Deseo de ser punk (2009).

Literatura Random House ha publicado Acceso no autorizado (2011), El comité de la noche (2014), Quédate este día y esta noche conmigo (2017) y la edición conmemorativa del XXV aniversario de La escala de los mapas. Rompiendo algo (Ediciones Universidad Diego Portales, 2014; Debolsillo, 2018) reúne una selección de sus artículos y ensayos.


Luz González Prieto - Psicóloga (G- 2402)

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Pérdida de un ser querido

 Contenidos del podcast:

Pérdida de un ser querido

  • Expresar

  • Mitos y falsas creencias

  • Fases

  • Cuidar de uno mismo en las fases iniciales

Cuatro dimensiones del cuidado

Circunstancias de la muerte

Proteger y negar el dolor

  • Cuidar de uno mismo en momentos avanzados.

    • Integrar la pérdida de la relación

  • Crecimiento y transformación

  • Despertar espiritual en el duelo

    • Palabras que ayudan, palabras que dañan.



Dos libros



El mensaje de las lágrimas

Una guía para superar la pérdida de un ser querido

Alba Payás Puigarnau


Una guía clara y sencilla para afrontar el dolor que supone la pérdida de un ser querido, de la mano de una de las más importantes especialistas en el tratamiento del duelo

Perder a un ser querido es una experiencia devastadora. Muchos de nosotros nos esforzamos por manejar, minimizar e incluso evitar el dolor mental, emocional y físico que nos golpea. La psicoterapeuta Alba Payás nos indica las pautas básicas para gestionar el duelo y recuperar una normalidad en la que el dolor se transforma en agradecimiento por haber compartido nuestra vida con esa persona querida. El duelo puede convertirse en un acto reparador de temas pendientes, en una fuente de sabiduría y conocimiento de uno mismo, del valor de nuestras relaciones y del sentido de nuestras vidas.

Nº de páginas: 256. Editorial Paidos Iberica, Barcelona 2014. Traducción: Remedios Diéguez Diéguez


Para ónde imos cando desaparecemos?

Isabel Minhos Martins

Ilustraciones: Madalena Matoso


Sinopse: Cada persoa di cousas diferentes sobre o lugar para onde imos cando desaparecemos.

Pero, se reparamos nas cousas do mundo, podemos obter moitas máis ideas. Aínda máis posibilidades. Observemos entón..., os calcetíns, as pozas, as rochas ou as nubes.

Que nos poderán dicir sobre a gran pregunta que dá título a este libro?

Nº de páxinas: 48. Editorial Xerais, 2016. Idioma Galego. Traducción: Anaír Rodríguez Rodríguez.

Isabel Minhós Martins (Lisboa, 1974). Estudou Deseño Gráfico de Comunicación na Facultade de Belas Artes de Lisboa e é cofundadora da editorial Planeta Tangerina.





Te ofrezco una guía para la reflexión y el aprendizaje, con información y actividades para comprender el proceso de duelo.

Cómo afrontar situaciones de duelo ahora y en el futuro.

5 envíos por whatsapp (audios y PDF).

Precio: 15€.

Precio con acompañamiento personalizado: 55€.

Para inscripciones o preguntas relacionadas con esta actividad, puedes contactar conmigo.



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¿En qué puedo ayudarte?






¿En qué momento mi vida empezó a ser accesible solo en vacaciones?

Gozo

Azahara Alonso

¿En qué momento mi vida empezó a ser accesible solo en vacaciones?”. Esta pregunta es uno de los puntos de partida. Una lectura pausada, reflexiva y que nos plantea perspectivas a las que no siempre prestamos atención por estar sumergidos en la inercia.

Copio algunos de fragmentos y citas que yo destacaría para indagar, cuestionar, dialogar y debatir. Para cambiar.

"Los trabajadores ya no existen. Existe su tiempo", escribe Franco Berardi. Por ese tiempo nos pagan. Ya no entregamos solo nuestra mano de obra: si somos buenas trabajadoras, hacemos la ofrenda completa de nuestra disponibilidad.

Mi vocación es comprar tiempo con dinero. Para eso casi cualquier trabajo es bueno, lo importante es no encariñarse con él.

Comprar mi propio tiempo.

Tiene uno prisa, la tiene siempre, metida en el organismo, donde se ha ido incubando como una enfermedad. Tanto es así que al tiempo de pensar se le suele llamar perder el tiempo, porque el ser humano se ha hecho esclavo de la prisa y siente como inerte y sin consistencia todo lo que no lleva su marca angustiosa. (Carmen Martín Gaite, Recetas contra la prisa).

Un tiempo de espera que desperdiciamos en el imperio de la prisa.

¿Esperaríamos si no estuviéramos obligados a ello?

Como estamos sobre la faz de la Tierra solamente unos años, las esperas parecen cárceles provisionales. Y así, para evitar su derroche de tiempo, hemos ido ahorrando pequeños fragmentos: dormimos menos, escribimos mensaje resumidos, pasamos por la caja rápida del supermercado y vamos siempre al grano de lo que queremos contar. Pero hay un placer atávico en todo lo que se demora y no sale como estaba previsto.

No sabemos no hacer nada porque sí, nada para nosotros, nada ahora y poco más. Pocas cosas cuestan tanto como no hacer nada en este mundo obsesionado con ser productivo.

¿Por qué trabajar si no es para olvidar la propia cuestión: para qué?

Las personas que viajan en su tiempo libre (libre para cumplir con el mandato del viaje) ya no acceden a su verdadera vida en vacaciones, sino que cumplen con el deber del ocio y su catálogo de requerimientos.

Surge así un modelo de atracción un tanto artificial por el que el ciudadano del mundo viaja para ver lo que hay que ver y tacharlo en su lista de destinos y tareas.

¿Qué hacer cuando no se trabaja? Ojalá considerar de nuevo esta pregunta como una fantasía y no como una lista de tareas.

El espacio era una cuestión de tiempo, una especie de moneda: si tengo dos horas libres, ¿qué trayecto puedo conseguir con ellas?

Con el tiempo aprendemos que las verdades son inestables y ofrecen, como mucho, un patrón vago.

Anne Boyer Desmorir: estamos agotados porque vendemos las horas de nuestras vidas para sobrevivir y luego empleamos las horas que no hemos vendido en poner nuestra vida a punto para venderlas.

El trabajo era entonces una muestra de la identidad y el estatus de la familia, que nos situaba con la precisión de las taxonomías fáciles en prestigiosos o no, respetables o todo lo contrario.

¿Y qué ocurre cuando el arte se convierte en trabajo?

Sinopsis: «¿En qué momento mi vida empezó a ser accesible solo en vacaciones?», se pregunta la narradora, quien reconstruye su experiencia en una pequeña isla del archipiélago de Malta. Una abarcable geografía mediterránea, propicia para sentir y pensar también desde el cuerpo; el clima exacto para reflexionar sobre los dilemas planteados por el trabajo (o su falta), la política del tiempo, los envites del turismo, el deseo de autenticidad y tantos otros ambiguos imperios contemporáneos.

Gozo nos habla de la posibilidad de un placer casi sagrado, el de no hacer nada (o no hacer tanto, o no por necesidad). Y la prosa fragmentada que le da forma despliega, a la vez, una constelación de voces y pensamientos afines —de Georges Perec a Susan Sontag, de Roland Barthes a Maggie Nelson— dispuesta para la revelación de aquello que surge cuando, ante nosotros mismos, frente al espejo del mar, nos damos por fin tregua y nos detenemos.

A medio camino entre el ensayo, la crónica y el diario.

Nº de páginas: 233. Ediciones Siruela, Madrid 2023. Acceso al inicio del libro.





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Tiroteo en la escuela. Familias y duelo

Mass

Ante una noticia de un tiroteo masivo en una escuela, sentimos una gama de emociones, desde la incomprensión, la rabia, la tristeza. Un dolor profundo, impotencia. Nos acercamos desde la empatía a las familias de las víctimas. Pocas veces incluimos dentro de esas víctimas a la familia y personas queridas del asesino.

En esta película se reúnen dos familias. Los padres de un chico asesinado y los padres del chico que disparó. Han pasado años desde la matanza. Cada uno de los cuatro protagonistas convive con el recuerdo, con la añoranza, con preguntas sin respuesta.

Van a hablar. Diálogo y escucha. Necesidad de saber, de comprender. ¿Perdonar?


A través de la culpa hayamos motivos para cambiar.

Porque quería creerle, creía que confiaba en mí

Crié a un asesino.

Impresiona y duela cómo narran su llegada al colegio tras ser informados de lo sucedido. Ellos son los padres del asesino. Ellos sufren. Ellos no son tenidos en cuenta, o son odiados, se les desea lo peor. Se les anima al anonimato, a escabullirse silenciosos, sin testigos, por la puerta de atrás. Su duelo es privado. Suplican para poder enterrarlo, y sienten vergüenza.

No pudieron expresarse porque no sabían cómo, no tenían respuestas.

Perdona que lo diga, pero me sentí como todos vosotros.


¿Hubieran podido evitarlo? ¿Miraron hacia otro lado?

No lo impedí porque no lo sabía, y no dije nada porque no sabía qué decir.

Sabíamos que estaba mal, no de lo que era capaz.

Se convirtió en esto, pero no siempre fue así

¿Crees que por ponerle nombre a algo automáticamente lo entiendes? ¿Te hace sentir seguro?

¿Un trastorno, rabia, desesperación? ¿Crueldad, apatía, indiferencia, frialdad, maldad?

Lo pasó muy mal y ese dolor lo empujó a ello


Quizá no debería haber nacido.

Tengo que reconciliar lo que hizo con el hijo al que quise y crié.

Puede que no haya respuestas.

Yo solo intento reconstruir mi recuerdo de quién era

Me ha parecido una apuesta arriesgada. No es sencillo abordar estos temas, y mucho menos desde ambas perspectivas. Les une el dolor, la necesidad de seguir adelante.

He copiado sobre todo frases expresadas por los padres del chico que cometió los crímenes porque son las que más me han hecho reflexionar.

Sinopsis Años después de que el hijo de Richard (Reed Birney) y Linda (Ann Dowd) causase una enorme tragedia, Jay (Jason Isaacs), y Gail (Martha Plimpton) están por fin dispuestos a hablar en un intento por tratar de seguir adelante con sus vidas.

Dirección y guion Fran Kranz. Reparto Jason Isaacs, Martha Plimpton, Ann Dowd, Reed Birney. Música Darren Morze. Fotografía Ryan Jackson-Healy. Estados Unidos 2021, 110 min.




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